Por Elena Morado
@Elena6Morado
Tengo cerca de 8 años de
experiencia en el fomento a la lectura, sobre todo en colegios particulares, y
el panorama ha cambiado de manera vertiginosa. Hay cosas, a mi parecer,
erróneas y otras muy, muy acertadas. Empecemos con lo equivocado porque “Al mal
paso darle prisa”.
1)
Las
bibliotecas escolares en la mayoría de las primarias (sin importar si son
privadas o públicas) están en el
abandono llenas de polvo y telarañas ¡Literal! Lamentablemente, quienes
están al frente de ellas no están capacitados ni tienen el gusto e interés por
fomentar la lectura. Por ello vemos libros maltratados (no hay quién les enseñe
a los estudiantes el amor y respeto por las publicaciones); libros con
temáticas vacías y anticuadas (textos con exceso de letras ajenos a los temas
de interés de los niños y niñas; por último, libros en pésimo estado (portadas
viejas y sucias que, desde luego, no dan ánimos de tocar.
2)
En dichos espacios, l@s directiv@s aún no visualizan los beneficios de la lectura y del
juego y tiene la falsa idea de que es una pérdida de tiempo porque ellos no
tienen el hábito de leer. Existen coordinadores que no poseen ni un ápice de
conocimiento sobre libros infantiles y, lamentablemente, sólo exigen a los
mediadores de lectura que los estudiantes se diviertan ¿Acaso la única forma de
aprender es si nos divertimos? Yo no imagino a un lector obligado a divertirse
mientras lee a Cortázar (específicamente “Instrucciones para llorar”) o a
Browne (si de literatura infantil se trata porque hace críticas sociales
filosóficas como en “Zoológico”).
3) La
lectura subestimada como entretenimiento porque únicamente recordamos lo
trascendente que es cuando llega el “Día del Estudiante” o “Día del Libro” para
que los noticieros acusen a la población de su falta de cultura porque no leen
¿Y qué han hecho la mayoría los medios para fomentar la lectura? Casi nada. Cuando
hablan de libros es para retratar “vidas perfectas” (famosas que hablan de su
embarazo, líderes que invitan a “ser felices”); y de la literatura infantil
¿Qué hay? Y lo que hay sólo está basado en personajes de Disney, o libros
basados en películas que fueron un éxito en taquilla, o títulos impresos en los
que todos viven felices para siempre. Recuerdo que hace un tiempo leí en voz
alta el ya mencionado libro “Zoológico”.
Mis estudiantes permanecían absortos sumergidos en la temática del libro: La
brutalidad con la que los humanos quitamos lo más valioso a los animales ¡Su
libertad! Al finalizar, mi coordinadora me señala: “Esperaba más de tu
clase. Algo más divertido”.
Después de
este duro panorama, acompáñame a reflexionar sobre lo alentador:
1)
Cada vez
más docentes se interesan en la narración oral y literatura infantil: Si
bien existe una carencia de especialistas para fomentar el uso de libros para
niños y niñas, también hay gente que desea cambiar el presente. Últimamente, ha
cobrado popularidad los diplomados, cursos y talleres para formar mediadores de
lectura infantil y juvenil. Muchos son gratuitos o muy económicos. Incluso hay
convocatorias para integrar a narradores orales a leer historias para
estudiantes de otras nacionalidades con el fin de rescatar y preservar los
cuentos tradicionales, tal y como lo hace el “Encuentro de contadores de
historias y leyendas” en Colombia. Me parece fabuloso porque se reconoce a los
mediadores de lectura que trabajan arduamente para fortalecer lazos afectivos y
sociales por medio de la voz.
2)
Los
colegios comienzan por interesarse en el fomento a la lectura y deciden (o son
obligados) a tener bibliotecas escolares dentro de sus instalaciones: Esto
permite que los narradores orales podamos vivir de contar y jugar con las letras,
lo cual me parece magnífico porque recibimos un sueldo y recompensa a los años
de estudio que dedicamos. Además, es una bella oportunidad para fortalecer a la
sociedad en los valores, la sensibilidad, lazos afectivos entre maestro y
alumno y la difusión de una alternativa laboral: la ilustración, narración oral
y escritura de cuentos infantiles. Yo he
liderado materias como Biblioteca, Taller de Lectura y Taller de Lectura y
Redacción en colegios particulares ofreciendo sesiones de cuentos y juegos para
estudiantes de kínder y primaria y me encanta porque por 50 minutos diarios
invito a mis niños y niñas a jugar con material lúdico, con cuentos 3D, con
audiocuentos, con marionetas y con todo lo que se nos ocurra a mí y a ell@s.
3)
Los
ilustradores y escritores de títulos infantiles van en incremento y se han
popularizado: Este avance me emociona mucho porque en México han llegado
figuras como Isol, Oliver Jeffers y Anthony Browne. Es muy bonito ver cómo la
gente se reúne para saludarlos, agradecerles y pedirles autógrafos. Además de
embellecer nuestra vida con sus títulos, ayudan a que los narradores orales
tengamos material para contar y para compartir. A mí me encanta animar a mis
estudiantes a visitar las ferias del libro en las que estarán muchos
representantes de la literatura infantil y juvenil. Y en México tenemos a
Francisco Hinojosa con su libro “La peor
señora del mundo” que sigue sumando éxitos por sus más de 100 puestas en
escena en Foro Shakespeare, Norma Muñoz Ledo con su compilación de leyendas que
al trabajar con el ilustrador Israel Barrón para el libro “Bestiario” fue todo
un éxito por la delicada línea entre la curiosidad, la identidad, la historia,
el terror y lo enigmático. Es decir, a medida que los docentes nos involucremos
más en conocer y difundir libros para infantes, menos ocultos permanecerán en
las repisas y estantes.
Finalmente, te invito a seguir al pendiente
de mi blog y redes sociales como Instagram, Facebook, Twitter y You Tube. Me
encontrarás como “Elena Morado”, el propósito es que si eres docente o
madre o padre de familia puedas ejecutar lo que te comparto a favor de la
lectura.